lunes, 16 de agosto de 2010

Una mancha


Uve me ha hecho una visita. Me ha contado una historia que le pasó cuando era pequeña. Resulta que un día ella iba caminando entre sus gradientes de naranjas, cuando se encontró una mancha.
Una mancha enorme que al principio tenía gracia y un desparpajo bastante cómico lo que enamoró a mi pequeña. Y así, se quedaban jugando todas las noches entre risas y purpurina de promesas hasta que un día, Uve fue a ponerse su vestido favorito recién lavado y vio una pequeña motita marrón pero no dio mucha importancia al hecho. Día tras día la manchita se volvió mancha y luego suciedad. Y ya quería la mancha absorverla en su oscuridad cuando aparecieron los colores en su ayuda. El añil y el verde se encargaron de aquel monstruito y los rojos limpiaron todo aquello y volvió el morado de su vestido y el gris purpurina puso punto y final.

1 comentario: